El paso del tiempo, nuestro cuerpo reabsorbe los tejidos de relleno naturales en las áreas faciales, tales como pómulos, mejillas, surcos nasogenianos y arcada mentoniana; esto nos da un aspecto “demacrado” y aparecen los primeros excedentes de piel, y falta de tersura.
Los materiales de relleno son biocompatibles, tanto si se utilizan para corregir arrugas y surcos como para dar volumen a determinadas zonas de la cara, el procedimiento es rápido, seguro y prácticamente indoloro. Consiste en la infiltración del gel en la piel, en pequeñas cantidades, utilizando una aguja ultrafina. Tras la aplicación puede aparecer una ligera hinchazón del área tratada, que desaparece a las pocas horas. Los resultados tienen una duración aproximada de 12 meses y los efectos van remitiendo con lentitud, lo que permite realizar ajustes en el tiempo.
Los resultados, visibles tras la aplicación del producto, consisten en un aspecto más joven y firme gracias a la corrección de los volúmenes y del equilibrio de las facciones, amortiguando las señales del envejecimiento e hidratando el tejido cutáneo, dando un aspecto natural con una sencilla aplicación.